Las Canarias son un archipiélago de ensueño, rodeado por las aguas azules del Atlántico. Las islas son famosas por su clima benigno. Es un territorio de eterna primavera. Sin embargo, la gente no viene solo por el turismo de playa. En las Islas Canarias hay verdaderas “maravillas del mundo”: monumentos naturales y artificiales únicos, paisajes fantásticos.
Parque Nacional de Timanfaya en Lanzarote
En el suroeste de Lanzarote, la isla canaria más oriental y enigmática, se encuentra el Parque Nacional de Timanfaya. Es una reserva de “montañas respiradoras de fuego” – volcanes durmientes y extintos. Las últimas y más potentes erupciones sacudieron Lanzarote en el período de 1730-36. Entonces los fértiles campos y valles fueron completamente destruidos. Hoy el suelo de la isla está oculto bajo flujos de basalto solidificado y sin vida. El área del parque de Timanfaya es de más de 5 hectáreas – casi todo el territorio de la isla cubierto de lava forma parte de la reserva. Los paisajes de aquí sorprenden y chocan a los observadores, tan similares son a los marcianos: la tierra está quemada, casi no hay vegetación, ni siquiera cantan los pájaros. La belleza austera deja maravillados.
Los turistas admiran los paisajes en tonos ocres y rojo oscuro, visitan el extraordinario restaurante El Diablo, que funciona sobre un cráter. No se permiten paseos independientes por la zona protegida: solo se pueden hacer excursiones organizadas por rutas especialmente trazadas. En el relieve de la isla hay numerosas aberturas, cuevas subterráneas en las que es fácil caer. La tierra emana calor: justo bajo los pies, bajo la fina capa de tierra rocosa, hierve la fuerza volcánica ardiente.
Se puede llegar al parque de Timanfaya en coche de alquiler o en autobús desde el pueblo de El Golfo. Los coches se dejan en un aparcamiento especial. Cada cuarto de hora salen excursiones en autobús por el parque con audioguía; también hay rutas a pie y paseos a camello.
El “cementerio submarino” de Las Cruces del Malpique cerca de La Palma
Bajo el agua, en el extremo sur de la isla verde de La Palma, se esconde un gran complejo conmemorativo. Aquí descansan cuarenta verdaderos creyentes – sacerdotes católicos que encontraron su último refugio en el océano. En 1570, el barco “Santiago”, en el que viajaban a Brasil misioneros jesuitas liderados por Ignacio de Azevedo, fue abordado por piratas franceses. El líder de los atacantes protestantes era Jacques Sore. Los piratas se burlaron de los jesuitas, obligándolos a renunciar a la fe católica a cambio de sus vidas. Las amenazas no quebraron a los monjes – los hugonotes los mataron y los arrojaron por la borda. En 1999, los habitantes de La Palma instalaron cuarenta cruces en el fondo del mar en memoria del martirio de la verdadera fe. Las tumbas se encuentran a 25 metros de profundidad, atrayendo a buceadores y fotógrafos. Las Cruces del Malpique es una reserva de la biosfera y Patrimonio de la UNESCO. Aquí habitan tortugas, morenas, barracudas y enormes meros. Solo se puede bucear con mar en calma y sol brillante.
El sitio de buceo de Las Cruces está en el mar, cerca del cabo Punta Malpique, al inicio de la carretera Costa el Faro. La referencia es el faro de Fuencaliente, situado en el punto más meridional de la isla de La Palma.
Los Órganos de la isla de La Gomera – la roca Los Órganos
Ver la única “composición escultural” Los Órganos (Los Órganos), que se encuentra en la costa norte de la brumosa La Gomera, solo se puede hacer por agua. Las paredes rocosas, que se asemejan a miles de tubos de órgano silenciosos, caen abruptamente hacia el océano. Las olas espumosas se estrellan contra esta fortaleza vertical inaccesible. Aquí se petrificaron las corrientes de lava después de una poderosa erupción. El agua y el viento, gradualmente erosionando el basalto, han cortado la roca en innumerables columnas verticales a lo largo de los siglos, que recuerdan a un gigantesco órgano de iglesia. La altura del acantilado Los Órganos alcanza los 800 metros. El área total del monumento natural es de 150 hectáreas. Está vallado y no se puede acceder desde tierra.
La roca está situada cerca del pueblo de Vallehermoso. Los turistas van a ver los Órganos en botes alquilados desde las ciudades turísticas de Playa de Santiago y Valle Gran Rey: las rutas de excursión rodean La Gomera a lo largo de la costa oriental. Desde los barcos de excursión se abre un impresionante panorama de la costa, los asentamientos y las bahías. Durante el viaje, los turistas a menudo se encuentran con ballenas y delfines.
El enebro canario – árbol reliquia Sabina de El Hierro
En la isla más remota del archipiélago, la diminuta El Hierro, no hay variedad de hoteles ni ajetreo turístico. La gente no viene por la comodidad, sino por las impresiones vívidas. El Hierro es visitado por amantes de la naturaleza virgen, la tranquilidad, los paisajes inusuales, el buceo, el ecoturismo. La fama de la isla se debe a los bosques relictos de enebro El Sabinar – un parque reservado en la cima del macizo volcánico, en la meseta montañosa de Dehesa. La cumbre más alta de El Hierro está adornada por el antiguo enebro canario Sabina de El Hierro (Sabina de El Hierro), símbolo de la isla, majestuoso y sombrío, retorcido por el viento e inclinado hacia la tierra. En el camino hacia la cima de La Dehesa, donde crecen estos árboles milagrosos, se aprecian vistas del valle fantásticamente hermoso de El Golfo y un panorama de toda la pequeña isla.
Para llegar al monumento natural Sabina de El Hierro, hay que ir por la carretera HI-500 (está situado en el extremo occidental de la isla, a unos minutos a pie del aparcamiento).
Paisaje único “Paisajes Lunares” en Tenerife
Cerca del asentamiento de alta montaña de Vilaflor, el núcleo poblacional más alto de Tenerife, se encuentra un paisaje rocoso de estructura extraordinaria. La formación montañosa “Paisajes Lunares” (Lunar Landscape) surgió en algún momento tras una erupción del Teide. Hoy, en medio de una ladera cubierta de pinos canarios, se elevan picos redondeados y claros de formas caprichosas. La lava solidificada en forma de conos recuerda a un relieve ajeno en la visión de los directores de cine de ciencia ficción (de hecho, este lugar ha servido en repetidas ocasiones como telón de fondo para películas). En el camino hacia la cima, los observadores pueden apreciar desde diferentes ángulos vistas del majestuoso Teide, la costa sur de Tenerife, la cumbre de la vecina Gran Canaria y la parte exterior de la caldera de Las Cañadas.
Para llegar a los “Paisajes Lunares”, los turistas tienen que subir a pie por senderos serpenteantes de montaña. Todo el recorrido, comenzando desde Vilaflor, dura unos 13 km. También se puede llegar en coche por la carretera TF-21 unos 2 kilómetros más hacia el Teide hasta un camino de tierra y seguir a pie por el pintoresco paraje, siguiendo las señales.
Roca-santuario – el acantilado Roque Nublo en Gran Canaria
El centro de la isla redonda de Gran Canaria está ocupado por paisajes montañosos. En el corazón mismo del macizo, cerca del pueblo de Tejeda, se alza la famosa “Roca en las nubes” – el acantilado Roque Nublo (Roque Nublo). La cima de esta formación volcánica, que recuerda a un antiguo ídolo o a un dedo de piedra, alcanza los 1,8 km sobre el nivel del mar. Sobre la superficie de la tierra, el peñón solitario se eleva a 80 metros de altura. Los indígenas guanches que vivían en Gran Canaria en el periodo precolonial adoraban al Roque Nublo, considerándolo una deidad petrificada que había descendido de los cielos. Al pie de la roca solitaria se ofrendaban dones y se elevaban plegarias. Las leyendas sobre el poder mágico del Roque Nublo aún perduran en la épica de Gran Canaria.
A la cima, donde se encuentra el acantilado, hay que ir por senderos de montaña desde la carretera principal. La longitud de la ruta es de unos 5 km sobre una superficie rocosa e irregular. Los senderos de senderismo están trazados desde Tejeda, Arucas y otros pueblos cercanos. Siguiendo la ruta, se pueden ver otras formaciones rocosas únicas: el pico “Monje” y la roca “Rana”.
Barranco de las Peñitas en Fuerteventura
En medio de las sombrías rocas de granito en la antigua Fuerteventura se extiende un oasis de cuento en el desierto. Se le conoce como Las Peñitas. A diferencia de los antiguos monumentos naturales canarios, este singular objeto se formó relativamente hace poco, después de la guerra civil. La ruta de excursión comienza en la localidad de Vega de Río Palmas. Hay que caminar unos 4 km por el sendero, siguiendo las señales. El camino pasa por encima de un antiguo lago seco y una presa artificial. De debajo de la tierra, entre las crestas rocosas, fluye un río en los meses de invierno. Alguna vez fue un poderoso torrente de montaña, pero ahora se ha convertido en un pequeño arroyo. Forma un pequeño lago cubierto de vegetación acuática. Desde el mirador Las Penitas se pueden ver enormes rocas de granito y un “islote” verde abajo entre las laderas.
Para ver el paisaje de Las Peñitas, hay que llegar hasta Vega. Desde la ciudad habrá que ir a pie por la carretera FV-30.